Memoria de elefante
Lobo Antunes
Cuando empecé a leer las primeras páginas pensé: uuff!! No hay manera de avanzar. El autor tiene una manera muy especial de escribir: densa y espesa, a la que te tienes que acostumbrar. Sin embargo una vez lo has hecho consigue atraparte en sus redes, eso sí, hay que tomar dosis pequeñas porque si no te saturas. Es como un postre muy dulce del que sólo puedes tomar pequeñas porciones cada vez. Hay que paladear y saborear lentamente lo que nos cuenta que tiene que ver principalmente con los sentimientos sobre las relaciones personales, con los padres, con la pareja, con los hijos, con los amigos, con la soledad, con uno mismo. Me ha gustado especialmente algún pasaje que el personaje le dedica a su pareja. También tiene otros fragmentos muy divertidos con las comparaciones extrañísimas que hace. También me llama la atención el lenguaje y las palabras que utiliza, bastantes eran nuevas para mi.
En general puedo decir que me ha gustado el libro por la forma distinta de escribir y la novedad que ha supuesto, pero también hay que reconocer que hay que encontrar los momentos adecuados para leer a este autor.
NEREA
